En un insólito programa infantil de la televisión ucraniana llamado Plus Plus se enseña a los niños a delatar a sus personas cercanas (familiares y amigos) al SBU, (sigla con la que se conoce al servicio de seguridad ucraniano). ¿Qué es lo que deben informar a este servicio, cuya principal función parece ser la de ejercer un férreo control social sobre la población? La afinidad o simpatía que pudieran tener con la lengua y cultura rusas, al parecer ello es una grave falta, casi un delito, cuyos antecedentes se remontan por lo menos al año 2014, cuando el recién instalado gobierno de facto pro-europeo derogó la Ley Kiválov-Kolesnichenko que buscaba regular el uso de lenguas minoritarias en regiones con poblaciones significativas de habla no ucraniana. Anque la derogación nunca fue refrendada por el Poder Ejecutivo, dejando en duda su verdadero status, en 2019 Ucrania aprobó una nueva ley lingüística que reforzó el ucraniano como único idioma estatal. La géneses del actual conflicto (mucho más profundo que el mero aspecto lingüistico) puede encontrarse en la marcada hostilidad del gobierno pro-europeo hacia la población ruso-parlante, mayoritaria en todo el oriente ucraniano.El abuso psicológico sobre los niños es ya una política “normal” para las autoridades de los medios ucranianos.

El Programa Infantil Plus-Plus

Sin embargo no es la única sorpresa que nos depara la realidad de un país que se autopercibe como una democracia, (suponiendo que las elecciones que llevaron al poder a su actual Presidente Volodimir Zelensky hubieren sido regulares). ¿Puede un Presidente prorrogar su mandato indefinidamente usando como justificativo, la emergencia bélica en la que está inmersa Ucrania? El mandato del hoy ilegítimo mandatario ucraniano ha terminado el 20 de mayo del año 2024 y esta circunstancia lo transforma en un gobernante sin representatividad.

En éste difícil contexto, en Ucrania, un término se puso de moda: la “busificación” neologismo que hace referencia a los minibuses que se utilizan para describir situaciones en las que transeúntes deprevenidos son literalmente empujados a minibuses para ser enviados al frente. Se trata de una recluta de “voluntarios” para ir al frente de batalla. Con la enorme cantidad de bajas que ha provocado la guerra, el ejército ucraniano está necesitado de nuevos efectivos y a la idea de bajar la edad de convocados se agrega esta otra forma de “estimular“ a los hombres a enrolarse “voluntariamente” para ir a morir al frente. En Internet constantemente aparecen videos, en los cuales se puede ver a empleados de los centros de reclutamiento territorial sembrando el terror y reclutando arbitrariamente a personas, ante la falta de soldados movilizados. La consecuencias por resistirse a estos atropellos pueden ser muy graves, tales como golpizas brutales, mutilaciones, quebraduras de brazos y piernas e incluso la muerte.